

“Entrás, cerrás la puerta, te pones alcohol en gel y te sacás las zapatillas...”. Así empezaba una noche más entre Laura y Diego, dos vecinos que estaban solos en plena cuarentena y no se bancaban esa soledad. La realidad es que Laura lo bombardea a Diego con tantos “¿Venís, cogemos?” que por más que la tuviera en mente como “La vecina rompe huevos” en algún momento ya no iba a poder esquivar las balas y la pija lo iba a llevar directo a su cama. Diego hizo todo el procedimiento de sanitización que Laura le pedía y entró. Hay que agradecer igual que con lo hincha pelotas que es ella no le pida “tirate un poquito de lisoform en la pija también”...conociendo a Laura, sería muy factible que eso suceda. Entró y ella estaba sentada en su escritorio, con la compu, seleccionando la playlist que acompañaría la noche. Eligió Rock Nacional, la música estaba al palo. Necesitaba COGER y no quería tener que reprimir sus gemidos. Es muy putita en la cama y le encanta gritar. Pero en cuarentena los silencios que hay en el edificio son terribles y hasta se puede escuchar un estornudo y el “salud” que responde otro vecino. Es muy inteligente y suele usar esta estrategia, `música al palo ́ para que sus vecinos no la escuchen gritar de placer, ya lo ha hecho. Se saludan con un pico. Esto es curioso, porque Laura JAMAS saludó a sus garches así, les abre la puerta, beso en la mejilla y hasta que ellos no avanzan ella juega, seduce. Será que el no abrir la puerta la confunde y la hace tambalear en sus jugadas. Van al sillón y empiezan a hablar, se da una charla profunda. Laura empieza a sentirse incomoda, “Bueno, basta que acá viniste a coger nene” corta la conversación y le come la boca. Es raro esto, al menos es raro para ella. Cuando es coger, es COGER, “entras, me comes la boca, me importa un carajo tu día”, ni pregunta ella, deberían agradecer que recuerda sus nombres. 🔥🔥🔥Querés saber cómo sigue? 😈😈😈 Escribime! 💌